asociación DE KARATEDO DOSHINKAN méxico
HISTORIA Y FILOSOFÍA
Historia DEL KARATEDO Doshinkan, sus principios y valores fundamentales
El camino del corazón y el espíritu
El Karatedo Doshinkan no es solo un arte marcial. Es un camino hacia el autoconocimiento, un sendero que nos invita a descubrir nuestra verdadera esencia a través del movimiento, la respiración y la conciencia. “Doshinkan”, el “lugar de aprendizaje del camino del corazón”, refleja la profunda enseñanza que se transmite en cada práctica, en cada técnica y en cada lección de vida que el karatedo nos ofrece. Aquí, el karatedo no es solo lo que hacemos, sino lo que somos, lo que sentimos y cómo nos transformamos en el proceso.

Historia del Karatedo Doshinkan:La Historia de un Camino que Trasciende
El origen del karate se remonta a siglos atrás, al Reino de Ryukyu, hoy en día Okinawa, una isla de Japón con una rica tradición en diversos sistemas de lucha, influenciados tanto por China e India, como de otros países. A lo largo de la historia, Okinawa fue un crisol de intercambios culturales y comerciales, lo que permitió la fusión de varias técnicas de combate. Durante el siglo XVI, el te (mano) comenzó a mezclarse con influencias chinas, y surgieron sistemas como el Shuri-te y el Naha-te, que más tarde darían forma al karate.
Fue a principios del siglo XX cuando el karate comenzó a ser sistematizado como arte marcial bajo la influencia de maestros como Toyama Kanken (1888 – 1966) o Gichin Funakoshi, quienes llevaron el karate desde Okinawa hasta el resto de Japón y el mundo. Kanken Toyama fundó la escuela Shudokan, mientras que Funakoshi, fundó la escuela de Shotokan, desarrollando una técnica estructurada que combinaba el entrenamiento físico con una filosofía de disciplina mental y crecimiento personal. La palabra “Do” (道) fue añadida al nombre, significando “camino” o “vía”, para reflejar el aspecto filosófico y espiritual del arte marcial.
A lo largo del siglo XX, el karate se expandió a nivel mundial, convirtiéndose en uno de los deportes más practicados en todo el mundo. Hoy en día, el Karatedo es reconocido no solo como una disciplina de autodefensa y combate, sino también como un camino hacia la mejora personal, la autodisciplina y la armonía mental y física.
El Karatedo se centra en el uso de las manos, los pies, los codos, y las rodillas para defenderse y atacar, aunque en realidad se puede emplear casi cualquier parte del cuerpo. Su nombre proviene de dos palabras japonesas: “kara” (空), que significa “vacío” o “sin arma”, y “te” (手), que significa “mano”. Así, Karatedo se puede traducir como “el camino de la mano vacía”, una referencia a la habilidad de defenderse sin necesidad de armas, utilizando solo el cuerpo.
La historia del Karatedo Doshinkan es una historia de dedicación y pasión por un arte que busca más allá de la técnica. Fundado por Ichikawa Isao Hanshi (1935 – 1996) alumno directo de Kanken Toyama Daishihan, cultivó con una profunda convicción no sólo el cuerpo, sino también el corazón y el espíritu en un camino hacia la paz interior, hacia la armonía entre cuerpo, mente y espíritu.
A la muerte de Ichikawa Isao Hanshi su hermano, Hanshi Nobuo Ichikawa (1941 – 2019), lo sucedió para continuar con su legado. El karatedo Doshinkan ha sido una disciplina que no solo fortalece, sino que eleva. No solo busca perfeccionar los movimientos, sino transformar nuestra forma de vida, incluyendo la forma de relacionarnos con el mundo y con nosotros mismos. Aquí, cada paso en el camino del karatedo es una oportunidad para crecer como seres humanos y acercarnos al mejor de nosotros.
La Asociación Karatedo Doshinkan México A.C., fue fundada en 2019 por el grupo de practicantes más antiguos y títulos más avanzados de Doshinkan en México, siendo sus modelos hasta su trascendencia los Hanshi Ichikawa, con el objetivo de formar no solo budokas con una técnica excelsa, sino también personas con una sólida ética y una fuerte comprensión de los valores que el karatedo puede ofrecer en la vida cotidiana. Doshinkan no es solo un estilo de combate, sino un camino (Do) hacia la mejora continua y el crecimiento personal.
Linaje:
Como se ha mencionado anteriormente, el karatedo tiene sus raíces en Okinawa, Japón, enfatizando la defensa personal y la disciplina. El Karatedo Doshinkan, aunque comparte la misma herencia y principios del karate tradicional, tiene una identidad propia que lo distingue por su enfoque integral del individuo.

La Filosofía del Karatedo Doshinkan
El Karatedo Doshinkan es un karatedo tradicional, se basa en la preservación de los principios más auténticos de esta disciplina ancestral, combinando técnica, filosofía y ética para formar individuos completos tanto en el plano físico como mental. La filosofía que guía la práctica de este arte está profundamente influenciada por las enseñanzas del budismo y el confucianismo, que subrayan la importancia de la humildad, la armonía y la autodisciplina.
El Karatedo es una filosofía de vida que no se limita a lo que vemos, sino que llega hasta lo más profundo de nuestro ser. Nos enseña que cada golpe, cada técnica, y cada momento de práctica es una oportunidad para conectar con nuestra verdadera naturaleza y expandir nuestro corazón.
Los principios que guían a un budoka de Doshinkan no solo están orientados hacia la destreza física, sino hacia el cultivo de una vida plena, de una mente serena y un espíritu fuerte (como decía Ichikawa Isao Hanshi: “budoka very strong”). Son valores que no se enseñan solo con palabras, sino con cada acción y cada enseñanza compartida en nuestro dojo.

Esta filosofía está fundada en valores que incluyen:
Respeto y humildad
El karatedo no solo enseña a respetar al oponente, al compañero de entrenamiento, al maestro, sino también a uno mismo. La humildad es fundamental tanto en el dojo como fuera de él, pues el verdadero budoka sabe que el conocimiento y la maestría son logros que nunca deben ser presuntuosos. Practicar con humildad es reconocer que cada momento de la vida es una oportunidad para aprender y crecer.
Autocontrol y paz interior
El verdadero propósito del karatedo no es el ataque o la agresión, sino el autocontrol. Un budoka bien entrenado sabe cuándo actuar y cuándo retirarse, reconociendo que el mayor combate es el que se libra con uno mismo, contra sus propios miedos y limitaciones. El autocontrol no sólo significa dominar las emociones en momentos de tensión, sino también mantener la calma y la serenidad en cada aspecto de la vida. Este control interno nos permite encontrar la paz en medio de la tormenta y la claridad en medio de la confusión.
Disciplina y dedicación
La práctica del karatedo exige una disciplina rigurosa, pero la disciplina en Doshinkan no es solo un acto de repetición, sino un acto de amor por uno mismo. La repetición constante de los movimientos no solo perfecciona las técnicas, sino que también fortalece el carácter del practicante. La disciplina es el pilar de la progresión en todas las áreas de la vida, transformando cada movimiento en una meditación en movimiento.
Armonía
En la filosofía de Doshinkan, la armonía es esencial. Esto no solo se aplica al equilibrio entre cuerpo y mente, sino también a la relación entre los practicantes. El respeto mutuo, el apoyo y el trabajo en equipo son cruciales en el dojo. Al compartir el dojo con otros, descubrimos que no hay mejor manera de crecer que en comunidad. La unidad no es solo un principio técnico, sino una actitud hacia la vida misma, donde cada uno de nosotros juega un papel fundamental en el bienestar del otro.
LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL KARATEDO DOSHINKAN
Los principios de Doshinkan no son reglas estrictas, sino un camino de corazón, son invitaciones a vivir con conciencia, con compasión y con el deseo sincero de ser mejores cada día. Son principios que nos guían en nuestro camino:
Kenshin (Corazón y Mente)
El karate no es solo físico, sino también un ejercicio mental. El entrenamiento busca cultivar la mente para que esté tan fuerte como el cuerpo, promoviendo la calma, el enfoque y la claridad. Cada movimiento, cada respiración, debe nacer de nuestro corazón y ser dirigido por nuestra mente. Practicar con Kenshin significa conectar nuestra intención más profunda con cada acción que realizamos.
Rei (Respeto)
El respeto mutuo es esencial en todas las interacciones dentro del dojo y en la vida. El saludo (rei) al principio y al final de cada clase es más que un gesto formal; es una profunda expresión de respeto por todo lo que el karatedo nos brinda. Rei nos recuerda que, en cada encuentro, debemos honrar la humanidad del otro, reconocer la conexión profunda que compartimos y ofrecer nuestra gratitud por el camino que recorremos juntos.
Sei-do (Camino de la virtud)
El camino del karatedo también moral. El budoka se compromete a ser una persona íntegra, actuando con rectitud y honestidad tanto en el dojo como en la vida cotidiana. Es aprender a vivir con nobleza, a ser ejemplo de virtudes como la honestidad, la generosidad y la bondad, en cada pensamiento, palabra y acción.
Zanshin (Conciencia plena)
La conciencia continua, no solo durante el entrenamiento, sino también en la vida diaria. Un budoka debe estar siempre atento a su entorno, a sus emociones y a sus acciones, cultivando la presencia de mente en todo momento. Vivir con Zanshin es estar presente en cada momento, con el corazón abierto y los ojos despiertos, cuando practicamos con Zanshin, nos volvemos conscientes de nuestras emociones, pensamientos y acciones.
Fudoshin (Corazón Inquebrantable)
La mente inquebrantable ante las adversidades. A través de la práctica constante, el budoka desarrolla una fortaleza interna que le permite enfrentar los desafíos de la vida con serenidad y resiliencia. Cultivamos un corazón que no se quiebra ante la adversidad, que se mantiene firme en su propósito, pero siempre con compasión, sabiendo que cada reto es una oportunidad para crecer.